Decir lo que sentimos, sentir lo que decimos, concordar las palabras con la mente. (Séneca)

Decir lo que sentimos, sentir lo que decimos, concordar las palabras con la mente. (Séneca)

miércoles, 2 de enero de 2013

Ni con cola

Dos minutos para pensar en cosas que no peguen, venga, va. Vale, empiezo yo. Los abrigos-chaleco. Vamos a ver. Un abrigo, normalmente un plumas, sin mangas. ¿Por qué? ¿Quién tuvo la flamante idea? Algún iluminado, seguro. Más. La leche con soja. Me han dicho que sabe fatal, así, con cara de asco y todo. Claro, a raíz de ese comentario la taché de mi lista de alimentos sanos. Vuelta al croissant con mermelada. Otra pareja. El chándal con tacones. Pues hombre, muy fashion me tengo que sentir yo un día para lanzarme a ese maravilloso mundo...
Más cosas. Puff, tengo una pareja buenísima. El otro día fui de tiendas por esto de las Navidades, y me paré en el escaparate de una perfumería, que le quiero regalar una colonia a mi abuela (no se lo digáis). Estaba todo lleno de cestas regalo, que las hacen ellos poniendo un poco de aquí y un poco de allá, cosas que sueltas no comprarías (ni usarías), pero juntas y con un lazo, como que molan más, debe ser. Y vi una cesta que me dejó estupefacta (toma palabra). Atención al súper pack: sobre de colonia + sobre de colonia + bote de colonia + bote de colonia + abrebotellas. Todo ello en una cesta de mimbre, y con lazos, espumillón y lo que haga falta. Vamos a ver. ¿Qué mente calenturienta diseñó esa cesta? ¿Qué relación puede existir, si es que la hay, entre las colonias y el abrebotellas? ¿El abrebotellas es necesario para abrir las colonias? Yo juraría que el tapón se quitaba a rosca, no sé. Allí me quedé plantada, frente al escaparate, mirando la cesta una y otra vez, por si mis ojos me habían engañado, pero no, ahí estaba el pack... Y pensé: "memoriza esto, que lo tienes que contar". No me acuerdo del precio, lástima. Si a alguien le ha gustado, le puedo dar la dirección de la tienda.

Y ya puestos a decir cosas que no pegan, pues anda que no hay personas que tampoco. Eso de que los polos opuestos se atraen, permitidme que lo ponga en duda. Por esa regla de tres, juntemos a un bombero con una pirómana, ¿no? Anda que no es importante la afinidad. Cuantas más cosas tengas en común con alguien, digo yo que mejor, más cosas que compartir. Que sí, que es muy bonito lo de fulanita es mi media naranja, me complementa, es todo lo que yo no soy... ¿Pero a que fulanita tiene contigo muchas cosas en común? Porque si resulta que a ti te gusta el mar, ella lo odia, a ti te encantaría ser padre, ella no quiere niños ni en pintura, tú eres fan de las películas de Chuck Norris, ella sólo ve cine iraní en versión original, a ti te dan alergia los perros y ella tiene ocho, (cojo aire), entonces hijo mío, vaya vida os espera, ¿no? Yo es que soy una desengañada de la media naranja, el flechazo y todo lo relacionado con las comedias románticas, perdonadme. Algún día hablaré de ello, que tengo tema para rato.

¿Por dónde iba? Ah, sí, por lo de la afinidad. Yo busco alguien que tenga muchas cosas en común conmigo. Que me entienda. Y no soy nada fácil, lo reconozco. Tengo una lista de "requisitos" que se va ampliando con los años, así me pasa, que no comprendo cómo hay gente a la que le resulta tan fácil emparejarse. Ya sé que soy demasiado exigente, creo que lo he dicho muchas veces, y no sólo con los demás, principalmente conmigo misma. Pero en el fondo soy una romántica, no os voy a engañar. Quizás el problema esté en que soy una romántica que trata de ser realista, y que no hace bien ni lo uno ni lo otro. Quien mucho abarca...

En fin, que voy a continuar con mis compras. Que se me ha ocurrido que a lo mejor, comprando la súper cesta que os he dicho, te regalan una botella de Rioja, y de ahí lo del abrebotellas, o te apuntan a un curso de catador de vinos... No sé, voy a la tienda a preguntar. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario