Decía un tal Rousseau que el hombre es bueno por naturaleza. Algo así como que llevamos un angelito dentro, de serie. Mucha gente a lo largo de la historia ha puesto en duda esta afirmación, claro. Mis favoritos son los que dicen que cuanto más conocen a las personas, más quieren a su perro. Cuánta razón. O el grandísimo Ricardo Castella, que al absurdo ése de la bondad de nacimiento, responde que sí, que por eso existe la policía. Yo he descubierto que llevo dentro una repartidora de hostias en potencia...